Velas de lujo: la trampa perfumada que está vaciando tu bolsillo
Dentro de nuestra serie de “100 maneras absurdas de endeudarte”, hoy llegamos a una de las más sutiles… pero también más comunes: las velas de lujo.
Sí, esas que vienen en envases minimalistas, con nombres impronunciables y que prometen convertir tu salón en un spa de cinco estrellas.
Spoiler: siguen siendo cera derretida.

El marketing de lo “premium” que seduce y arruina
Estas velas no solo huelen bien. Vienen envueltas en toda una narrativa de sofisticación: que si ingredientes naturales, que si producción artesanal, que si “te mereces lo mejor”.
Y sí, te lo mereces. Pero también te mereces cuidar tu bolsillo.
¿Por qué caemos en la trampa?
- Porque el packaging es bonito y minimalista.
- Porque están asociadas al lujo, al autocuidado, al bienestar.
- Porque parecen un regalo perfecto (aunque luego duela pagarlo).
- Porque pensamos: “solo es una vez”… y esa frase se repite cada mes.
El problema es que acabas pagando 50 € o más por un producto que puedes conseguir por una fracción de ese precio, con la misma funcionalidad.
¿Son realmente mejores que una vela de 5 €?
Cera, perfume y mecha: eso es todo
Más allá del envoltorio y la historia detrás, una vela es una vela. Puede que algunas tengan mejores ingredientes o duren un poco más, sí… pero la relación calidad-precio de muchas de estas marcas “exclusivas” no resiste ningún análisis lógico.
Y cuando se apaga la vela… también se esfuma el dinero que podrías haber usado en algo más útil o duradero.
¿Regalo o capricho? Hay formas más inteligentes de gastar
Opciones igual de bonitas, pero más sensatas
Si quieres hacer un regalo elegante o darte un gusto sin que tu cuenta bancaria sufra, considera alternativas:
- Marcas artesanas locales, con buena calidad y precios más razonables.
- Experiencias: una cena, una sesión de masaje, una clase creativa.
- O simplemente, una vela más económica con buena fragancia. No necesitas una etiqueta de lujo para que huela bien tu casa.
Conclusión: no dejes que el marketing encienda tu deuda
Las velas de lujo son bonitas, sí. Pero también son una forma muy sutil de malgastar dinero cuando no hay una verdadera necesidad detrás.
Antes de comprar la próxima, pregúntate: ¿esto realmente aporta algo a mi vida o solo a mi ego por unos minutos?