¿Me quitarán el coche si pido la Ley de la Segunda Oportunidad? La verdad sobre los vehículos antiguos

Cuando una persona decide acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, suele haber una preocupación que le quita el sueño, incluso más que la vivienda: ¿Qué va a pasar con mi coche?

Para la mayoría de las familias trabajadoras, el vehículo no es un lujo, sino una herramienta indispensable. Es el medio para ir a trabajar, para llevar a los niños al colegio o para la vida diaria. El miedo a quedarse «a pie» frena a mucha gente a la hora de solicitar la ayuda que necesita.

Hoy quiero ser muy clara y hablarte desde la experiencia práctica de los juzgados: Si tienes un coche antiguo y de poco valor, la respuesta es NO. No te lo van a quitar.

El concepto clave: «Valor Ínfimo» y la realización antieconómica

La Ley Concursal tiene un principio lógico: el objetivo es liquidar bienes para pagar deudas, siempre y cuando valga la pena hacerlo.

Aquí entra en juego el concepto de valor ínfimo. Cuando tu vehículo tiene una antigüedad considerable (generalmente más de 10, 15 o 20 años) y su valor de mercado es bajo, ocurre lo siguiente:

  1. Costes de gestión: Vender un coche en un procedimiento judicial implica gastos (peritaje, gestoría, tasas, tiempo del administrador concursal).
  2. El balance: Si el coste de vender el coche es superior o casi igual al dinero que se sacaría por él, la operación se considera antieconómica.

En términos jurídicos, esto suele derivar en un concurso sin masa. El juez y el administrador entienden que vender ese coche viejo no va a beneficiar a los acreedores (porque apenas se sacaría dinero), pero sí perjudicaría gravemente al deudor (dejándolo sin transporte).

¿Cuándo está a salvo tu coche?

Para que tengas tranquilidad, tu vehículo está seguro en el 99% de los casos si cumple estas características:

  • Antigüedad: Tiene más de 10-12 años.
  • Valor de mercado bajo: Su precio en tablas oficiales o mercado de segunda mano es residual.
  • Uso necesario: Es tu herramienta de transporte básico.

En estos casos, el vehículo se queda fuera de la liquidación. Nadie va a venir a confiscarte un coche que vale 1.500€ porque gestionarlo costaría más dinero del que vale.

La excepción: Coches de Lujo o Colección

Por supuesto, hay que ser honestos. Si tu vehículo es un coche de alta gama, seminuevo, o un clásico de colección con un alto valor de mercado, la situación cambia.

En ese escenario, el vehículo sí es un activo realizable con el que se puede pagar a los acreedores. Pero si estamos hablando de tu coche de batalla, ese que usas a diario y que ya tiene sus años, puedes estar tranquilo.

La Ley está para ayudarte, no para dejarte sin herramientas

Es importante recordar el espíritu de la Ley de la Segunda Oportunidad. No es un mecanismo de castigo, sino de rehabilitación. El objetivo es que puedas volver a empezar, y para eso, a menudo es necesario que mantengas tu medio de transporte para poder trabajar y generar nuevos ingresos.

No dejes que el miedo infundado a perder un coche viejo te impida cancelar las deudas que te asfixian. Tu libertad financiera vale mucho más que un vehículo antiguo, y afortunadamente, la ley te permite conservar ambas cosas.

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