En el ámbito del derecho concursal, a menudo nos encontramos con situaciones que van más allá de los números y entran en el terreno de la salud mental. Uno de los temas más delicados, y a la vez más frecuentes de lo que se cree, es el endeudamiento provocado por la ludopatía o adicción al juego.
Existe un estigma social enorme alrededor de este problema. Quien lo sufre suele esconderse bajo capas de vergüenza y culpa, creyendo que su situación no tiene remedio legal porque «se lo ha buscado». Hoy, desde mi experiencia profesional y desde la más profunda empatía, quiero desmentir este mito: La Ley de la Segunda Oportunidad sí ampara a quienes han caído en la insolvencia por una adicción, siempre que se cumplan ciertas condiciones.
La Ludopatía ante la Ley: Enfermedad, no Vicio
El primer paso para abordar este problema jurídicamente es cambiar la definición. La ludopatía está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un trastorno mental. No es un vicio, no es un capricho y, sobre todo, no es una simple falta de fuerza de voluntad.
Cuando una persona contrae deudas compulsivas debido a este trastorno, su capacidad de juicio está alterada.
¿Qué dice el juez sobre la «Buena Fe»?
Para acceder a la exoneración de deudas, el requisito fundamental es ser un deudor de buena fe. Tradicionalmente, endeudarse de forma temeraria podía impedir el acceso a la ley. Sin embargo, cuando esa «temeridad» es consecuencia directa de una patología diagnosticada como la ludopatía, el enfoque cambia. El sistema judicial entiende que hay una causa de fuerza mayor (la enfermedad) que ha provocado la ruina económica.
El requisito indispensable: Tratamiento y Voluntad de Cambio
Aunque es posible cancelar estas deudas, no es un «cheque en blanco» para seguir jugando. Para que el juez conceda el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI) en estos casos, debemos probar algo muy importante: la voluntad de curación.
Si tus deudas provienen del juego, nuestra estrategia legal se basará en demostrar al tribunal que:
- Reconoces el problema: Existe un diagnóstico o una aceptación de la situación.
- Estás en tratamiento: Has acudido a asociaciones de ayuda, psicólogos o centros de desintoxicación del juego.
- El endeudamiento es causal: Las deudas se generaron durante los episodios activos de la enfermedad.
Si logramos acreditar que te has tratado y que estás poniendo de tu parte para salir del pozo, el juez puede entender que mereces esa segunda oportunidad para no arrastrar de por vida las consecuencias de tu enfermedad.
Un espacio seguro y libre de juicios
En mi despacho he acompañado a personas que sentían que su vida había terminado por culpa del juego. He visto el miedo en sus ojos al contarme su historia.
Quiero que sepas que mi consulta es un espacio seguro. No estamos aquí para juzgarte moralmente, sino para defenderte legalmente. Entendemos que la ludopatía es un bache de salud grave, y nuestra misión es que ese bache no te condene a la muerte civil y financiera.
Tu renacer financiero empieza hoy
Si te encuentras en esta situación, o si conoces a un familiar que, por culpa de esta adicción, ha hipotecado su futuro, no tiréis la toalla.
La Ley de la Segunda Oportunidad es una herramienta humanitaria diseñada precisamente para casos como este: para permitir que una persona se recupere, cierre un capítulo doloroso y pueda volver a empezar de cero, esta vez con las herramientas y la salud necesarias.
Contáctanos con total confidencialidad. Juntos podemos trabajar para que tu pasado no defina tu futuro.
