Uno de los mayores peligros del mundo empresarial no siempre es el mercado o la competencia, sino la responsabilidad personal que asumen los socios y directivos. Muchas personas desconocen que, al firmar un crédito para su empresa como avalistas, están poniendo en juego su patrimonio personal presente y futuro.
Hoy compartimos un caso que ilustra perfectamente este riesgo y, sobre todo, cómo la Ley de la Segunda Oportunidad actúa como un salvavidas eficaz. Hemos logrado exonerar 520.000 euros a un Director de Seguridad cuya ruina financiera fue provocada por la mala gestión de un tercero.
Cuando la confianza en el socio te lleva a la quiebra
Nuestro cliente tenía un perfil profesional impecable. Trabajaba como Director de Seguridad y, buscando emprender, se asoció para crear un negocio. Como suele ocurrir en las etapas iniciales, la financiación bancaria requería garantías. Actuando con total buena fe y confianza en el proyecto, nuestro cliente avaló personalmente varios créditos de la sociedad.
El problema surgió por la gestión del socio. Debido a una administración nefasta por parte de su compañero, la empresa se fue a pique.
Aquí es donde se activa la trampa del aval: Cuando la empresa (persona jurídica) deja de pagar, el banco ejecuta el aval contra la persona física. De repente, nuestro cliente se encontró con una deuda de medio millón de euros que no había generado para su consumo personal, pero de la que era legalmente responsable.
Estrategia Jurídica: Un doble procedimiento simultáneo
Para resolver un caso de esta magnitud, donde se mezclan deudas corporativas y personales, en el despacho diseñamos una estrategia en dos frentes paralelos. No basta con pedir el perdón de las deudas; hay que ordenar el cierre de la empresa correctamente.
1. Concurso de la Sociedad
Lo primero fue frenar la hemorragia de la empresa. Solicitamos el concurso de acreedores para la sociedad. Gracias a una gestión ágil y rigurosa, logramos cerrar la empresa y disolver la sociedad en un tiempo récord de mes y medio. Esto es fundamental para dejar de generar nuevas obligaciones tributarias y laborales.
2. Ley de la Segunda Oportunidad (Persona Física)
Paralelamente, iniciamos el expediente para el cliente como persona física. El objetivo era demostrar que él era insolvente a causa de esos avales ejecutados y que cumplía con los requisitos de buena fe para acceder al Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI).
El desafío de la Administración Concursal
No vamos a decir que fue un camino de rosas. A diferencia de los concursos sin masa (donde no hay bienes y el proceso es muy rápido), en este caso el juzgado designó una Administración Concursal.
Esto significa que un profesional externo auditó las cuentas y la situación del cliente para verificar que no había ocultación de bienes ni fraude. Aunque esto alargó el proceso, jugó a nuestro favor: la auditoría confirmó lo que defendíamos desde el principio. Nuestro cliente era una víctima de la situación, un deudor de buena fe que simplemente había confiado en el socio equivocado.
Resultado: Una vida recuperada y medio millón perdonado
Tras superar la fiscalización y cumplir con todos los trámites legales, el juez dictó sentencia favorable.
- Total exonerado: 520.000€.
- Situación actual: El cliente ha quedado liberado de los avales bancarios que asfixiaban su economía.
Este caso demuestra que la justicia llega. Puede tardar unos meses más cuando la situación es compleja, pero «más vale tarde que nunca» cobra todo el sentido cuando el premio es recuperar tu vida y tu tranquilidad.
¿Atrapado por avales o deudas de tu empresa?
Si eres administrador, socio o avalista y la caída de tu negocio te está arrastrando a la ruina personal, debes saber que existe solución. No tienes por qué pagar de por vida los errores de un socio o las consecuencias de una crisis de mercado.
En nuestro despacho somos expertos en desenmarañar la complejidad de las deudas empresariales derivadas a personas físicas.
¿Quieres saber cómo funciona este proceso paso a paso? Disponemos de una Masterclass gratuita donde explicamos los detalles de la Ley. Si te interesa formarte antes de dar el paso, contáctanos a través de nuestro formulario y solicítala, o pide directamente una cita para estudiar tu caso.
