100 Maneras Absurdas de Endeudarte, Parte 3

¿Alguna vez has sentido esa necesidad inexplicable de comprar algo solo porque «es barato»? Spoiler: no eres la única. Hoy vamos a hablar de uno de esos pequeños (y absurdos) gastos que, sumados, pueden estar drenando tu bolsillo más de lo que imaginas. Y sí, hablamos de los famosísimos Body Splash de Victoria’s Secret.

Huele bien… pero solo por 5 minutos

¿Quién no ha caído en la tentación de comprarse un body splash porque huele delicioso? El problema es que, al poco rato, el aroma desaparece como tu motivación un lunes por la mañana.

¿Qué tienen en realidad?

  • Agua, alcohol y una pizca de fragancia.
  • Un envase bonito y marketing emocional.
  • Y una promesa de frescura que dura menos que una historia en Instagram.

Lo que en apariencia parece una compra inofensiva, se convierte en otro producto más ocupando espacio en tu tocador… y restando espacio en tu cuenta bancaria.

¿Por qué seguimos comprando cosas que no necesitamos?

La trampa del «es barato»

El gran autoengaño: como cuesta poco, no pasa nada. Pero si haces las cuentas, te sorprenderías del dinero que puedes estar tirando en «caprichitos».

Un body splash por aquí, una vela aromática por allá, una libreta mona que nunca usas… Y así, sin darte cuenta, podrías haberte comprado un perfume de lujo que sí dura, huele increíble y además no necesita 5 reaplicaciones al día.

El efecto “compro por comprar”

Vivimos en una cultura que nos impulsa al consumo impulsivo. Comprar se ha convertido en una forma de premiarnos, de aliviar el estrés, o simplemente de llenar vacíos momentáneos. Pero muchas veces esos objetos que nos parecían tan «necesarios» terminan olvidados en un cajón.

¿Cuántos body splash tienes sin usar?

Haz el ejercicio: ve a tu tocador o al baño y cuenta cuántos productos compraste con entusiasmo y hoy están abandonados. ¿Cuántos podrías haber evitado? ¿Cuánto dinero podrías haber ahorrado?

Conclusión: tu dinero merece respeto

No se trata de demonizar los body splash o de sentir culpa por un gusto de vez en cuando. Se trata de tomar conciencia. Porque cuando aprendemos a detectar estos hábitos de gasto innecesario, damos un paso enorme hacia una relación más saludable con el dinero.

¿Y tú? ¿Cuántos body splash tienes guardados sin usar?

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